El embarcadero se ubica a los pies del "Llao Llao". De allí parten los barcos para distintas excursiones sobre el Nahuel Huapi. Uno de ellos, verdadero museo flotante, los lleva hacia el bosque de los arayanes y la isla Victoria. Sobre la cubierta durante la travesía, el aire es tan puro que aturde al urbanícola no acostumbrado a tan naturaleza. Puerto Anchorena, como en una laguna protegida por una barrera de coral , se acurruca en el fondo de bahía que lleva el mismo nombre. Allí se amarran los barcos que vierten sus mares de turistas. Se proponen algunas horas a estos para descubrir la isla. Los caminos se internan en medio de secoyas vertiginosas y permiten descubrir una flora asombrosa, un pueblo perdido de lenadores, impresiones rupestres dejadas por los indigenas locales algunos siglos antes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario