"¡Salvajes muy estúpidos, muy sucios, tontos! Ellos no entienden nada."" se exclama Jemmy Button.

Alrededor de él, cientos de Yamanas intentan tocarlo, sentir el extraño olor que este pequeñuelo que no reconocen despide. Solamente vestidos con la mugre que los protege del frío, indisponen este "donjuán" embutido en su redingote y la chica que se encuentra al lado de él.

Fuegia Basket, vuelve a pensar sin parar en este dia durante lo cual fue presentada al Rey y a la Reina. Nerviosamente, hace tornear una sombrilla por encima de su cabeza y balbuce a este "salvajes" que fueron sus hermanos, en el inglés que recordo: "yo, olvide hablar Yamana".

A lado de ellos, se encuentran tres otras extrañas criaturas desembarcados de un canöe mucho mas grande que los que utilizan los Yamanas: el Capitán Robert Fitz Roy, comandante de la barca de tres palos "HMS Beagle", Charles Darwin, un hombre que Jemmy y Fuegia inmediatamente odiaron, y el Pasteur Mathews que lee estas tan lindas historias que no entienden siempre.
Todos dejaron el puerto de Devonport en Inglaterra, el 27 de diciembre de 1831, hay cerca de un año. El Capitán Fitz Roy recibió como misión de proseguir el trabajo de listas cronométricas y topográficas efectuado por el Capitán King entre 1826 y 1830. Hace ehar el ancla esta tarde del 17 de diciembre de 1832, en una bahía que las mapas inglesas del este epoca mencionan bajo el nombre de "Bay of Good Success" bastante cerca de la isla Navarino.

Sobre esta isla va a acabarse una experiencia empezada bien involuntariamente 3 años antes, durante la primera expedición de Beagle. A esta epoca, un grupo de Yamanas se habían apoderado de una pequeña lancha ballenera que les gustaba para ir a pescar. El Capitán, para recuperar esta propiedad de "Su Majestad", no había dudado en tomar 4 indigenos en rehén.

Dichos rehenes encontraron muy agradable el hecho de lavarse y de vestirse. Tanto que permanecieron a bordo, convertiendose rápidamente en las mascotas de la tripulación que les pusos estos motes ridículos que llevan hoy. Apenas llegaron en Inglaterra, se volvieron la atracción de la multitud. Cubiertos de regalos, fueron las huéspedes de los salones de la buena sociedad de Londres.

Sintiéndose culpable de transformarlos en animales de feria, Robert Fitz Roy aprovecha pues la oportunidad de un segundo viaje para traerlos a su casa en compañía del Pastor Mathews encargado de fundar una misión sobre la isla que hace frente al actual sitio de la ciudad de Ushuaïa. Así se explica este episodio surrealista de la expedición Beagle...
- Gracias :
a Jean Raspail por este anecdota sacada de su libro "Adios, Tierra del Fuego" Ed.Albin Michel
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