La madre de los arroyos y rios (leyenda calchaqui)

- Ruta 68, entre Salta y Cafayate.

Don Hilarión Fuentes vivía en el caserio de Chachas a las orillas del salar de Arizaro. Decía que la había visto, habia mucho tiempo... Entre los arrieros y los guanaqueros, mucho conocían su existencia pero poco había podido acercarla. Vivía, parece en la cumbre del Cerro Aracar. Parecía extraordinariamente hermosa, dotada con una excepcional melena dorada. Su cuerpo esbelto se hacía de nubes. Una corzuela lo acompañaba. El viejo hombre decía que un año los valles fueron afectados por una sequía sin equivalente. Atenta a los lamentos de las tribus de abajo, había descendido para ayudarles. Un cazador, muerto de hambre pero probablemente guiado por "el Zupay" (el Diablo), había percibido a la corzuela sola mientras que su maestra se ocupaba de los campesinos. Había matado al animal que había caído en un barranco. Un silencio de muerte se había descargado sobre todos los valles. La mujer, inconsolable, se había subido a la cumbre del Aracar. Había llorado muchos días. Sus ojos se habían vuelto fuentes inagotables. El agua se había abrido un camino a los pies de las montañas. Las riberas habían verdeado y los valles habían reanudado vida. En su desdicha, la dama blanca había hecho nacer los arroyos y ríos....

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