El fabuloso destino de Amado Bonpland

- Alrededor de Paso de Los Libres

Su padre lo había apodado "Bon-Plant"(Buena-Planta) para la pasión que como niño manifestaba ya para las plantas. Se llamaba en realidad Aimé Jacques Alexandre Goujaud (1). Prefirió este diminutivo que lo introdujo en la historia bajo el nombre de Aimé Bonpland.
Cual destino extraño en efecto que lo de este hombre de ciencia que va a cabo de su pasión, atraviesando un tiempo marcado por la caída de las ideas, guiado por un ideal humanisto.Habiendo dejado su ciudad natal, La Rochelle, llega a París en 1791, justo en medio del caos revolucionario. Viene allá para estudiar la medicina y especializarse en la botánica. En 1796, va a Rochefort donde entra en la Escuela Naval de Medicina. Hecho cirujano de 3a clase, regresa en París el año siguiente para perfeccionar su formación.Es en este momento, a través de Antoine Jussieu, que hace el encuentro más importante de su vida, lo que le incitará hacia una vida de aventuras al descubrimiento del Nuevo Mundo : Alexandre Von Humbolt (2), un joven y brillante naturalista Prusiano de 28 años, también apasionado como él. Conjuntos, dejan La Coruña a bordo del buque "Pizarro" y se van al descubrimiento de los Estados Unidos, de México, de Cuba, del Vénézuéla, de Perú y de Colombia. De este viaje que duró 5 años, desde 1799 hasta 1804, traen un herbario de más de 60000 variedades de plantas cuyas más de 6000 son entonces desconocidas en Europa, enriqueciendo así la colección del Jardín de las Plantas en París.Sus proezas llegan a oídos de la Emperatriz Josefina que nombra a Bonpland intendente de la Malmaison a partir de 1805. A su manera, Bonpland participa así a la aventura napoleónica : se ocupa de plantas exóticas del parque de la residencia imperial y tira una obra de esta experiencía.En 1814 se va de nuevo en América del Sur: esta vez en Argentina, por invitación del hombre fuerte del momento, Rivadavia. Desembarca con la intención de crear en Buenos Aires un jardín botánico y un museo de las ciencias naturales, pero el país no está listo. ¡ Que le importa! Bonpland sube al norte del país, en la provincia de Corrientes donde compra tierras para experimentar sus teorías en la agricultura intensiva.Elige la yerba mate. Viendo una amenaza para el monopolio de su país, el dictador de Paraguay, José Gaspar Rodríguez de Francia, le asigna en residencia forzosa para el motivo falaz de espionaje. Lo retendrá preso durante cerca de 10 años a pesar de las intervenciones de Bolívar, de sociedades científicas, de Humbolt mismo. Lejos de resignarse, Bonpland aprovechará de este período para construir una destilería. Liberado en 1831, acabará instalandose definitivamente en la Provincia de Corrientes, a Santa Ana. Aunque solicitado para coloquios o conferencias en Brasil, en Buenos Aires, en París, volverá siempre en su estancia y vivirá sus últimos días cerca de María, la hija de un cacique local y de ambos niños que habrá tenido con ella.

(1) La Rochelle, 28 de agosto de 1773 - Santa Ana, Argentina, 10 de mayo de 1858

(2) De su verdadero nombre, Friedrich Heinrich Alexander, Baron de Humboldt (14 de septiembre de 1769 - 6 de mayo de 1859), sin duda uno de los más grandes, si no el más grande naturalista, etnólogo, geólogo, mineralogista, botánico, geógrafo. Especies animales y vegetales llevan su nombre así como un gran número de lugares: ciudades, montañas, embarcaciones, museos, instituciones diversas (colegios, museos, etc) y cuerpos celestes...

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