Las Sierras centrales, un perfume del interior

- Ruta E66, entre La Cumbre y Ascochinga

Al margen de los circuitos turísticos habituales, la región de las Sierras centrales va dirigida aún más al Argentinos en búsqueda de descanso y silencio. Menos desorientendas en efecto que las provincias que bordean la Cordillera, la de Córdoba oculta en el centro de sus montañas verdaderos tesoros: entre otras cosas, los estancias jesuitas de Alta Gracia, Jesus Maria o Santa Catalina, la ex residencia del Presidente Roca transformada en estancia de lujo, extraños pueblos de estilo bávaros fundados por los sobrevivientes del "Graf Spee", un crucero alemán que saboteo en el Río en diciembre de 40... Desde Buenos Aires, varias vías de acceso son posibles. Pero es necesario recorrer inevitablemente la "llanura" deseperante en 800 kilómetros y 9 horas de ruta antes de percibir los primeros contrafuertes de las Sierras. Al final del camino se revela un paisaje pulido por el tiempo: montañas a las pendientes suaves cubiertas de altas hierbas amarillas que dan la impresión a veces de ser en el interior provenzal. El largo de las pistas sinuosas y polvorientas vuelve no obstante rápidamente el viajero a la dimensión de los grandes espacios argentinos.
La parte central del macizo se cubre de bosques de quebrachos y algarrobos. En altitud, el cardo prevalece. Más al Oeste la vegetación se vuelve más dispersa. Al aproximarse la Cordillera, deja sitio al desierto (estas regiones serán objeto de otros artículos).

No hay comentarios.: