Las tierras de los Diaguitas (o Paziocas)

- A lo largo de la Ruta 40 ...

Cuando el hombre llegó al final del camino, se pone en cuclillas como si se preparaba para su último viaje: aquél que debía llevarle hacia las estrellas... Su mirada era profunda y brillante de las lágrimas que lo invadían...
El cielo enfrento su azul metálico al rosa erosionado de la tierra : su tierra.
Un viento seco y caliente levantaba volutas de polvo alrededor de él. Cerrando los ojos, se acordaba de la frescura a la sombra de los algarrobos. Volvio a ver los suyos en los campos de chisiya mama. Oía el grito de los niños que se retozaban en las aguas puras del Luracatao.La voz de las mujeres en medio de las flores de kiwicha le llegaba distintamente. Algunas se reían, triando al mismo tiempo las semillas que le permitirían preparar el pan. Los oía hablar su lengua hoy desaparecida, el kakan.Abriendo de nuevo los ojos, el hombre entendía que la Pachamama les había abandonado desde hace tiempo. Delante de él, solo subsistían algunas parcelas baldias. Los árboles habían quemado. El desierto avanzaba.
Al igual que sus hermanos, los de Kilmes y de Tafi al sur, los Calchaquis al este, los de los valles Copiapo, Huasco, Elqui, Limari o Choapa al oeste, había creído poder resistir a estos invasores a la piel blanca.

¿ Ya no lo habían hecho cuando el Inca Tupac Yupanqui había enviado su ejército de 10000 hombres para avasallarles? Habían luchado durante muchos años (1) para conservar sus tierras, sus tradiciones y seguir vivir orgullosamente. Es lo que los antiguos le habían dicho.Pero esta vez, a pesar de todo su valor, Juan Calchaqui, Quipildor, Viltipoco, Chelemin, Koronhuila, sus jefes no habían podido llevarles a la victoria (2). Habían sido masacrados por estos hombres venidos de Perú y los de ellos que habían sobrevivido se habían alejado o se habían dispersado de sus tierras.Las lágrimas pasaron a lo largo de sus mejillas quemadas por horas de marcha bajo el sol. El hombre podía ahora descansarse. Era a pesar de todo sobre su tierra. Cerró los ojos y empezó su viaje hacia las estrellas...

(1) desde 1471 hasta 1533.
(2) las últimas bolsas de resistencia de los Diaguitas ( Paziocas era el nombre que ellos mismos se daban) se destruyeron en 1665 al término de ciento años de guerras denominadas Calchaquies. Esta fecha corresponde a la fundación de la ciudad de San Salvador de Jujuy.

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