Martín Miguel de Güemes: héroe de Salta

"Morir por la patria es gloria..."
Tal es la lema que deseaba para sus hombres, Martín Miguel de Güemes.

El 2 de noviembre de 1820, escribiendo una carta al Presidente del nuevo estado Chileno, Don Bernardo de O' Higgins, le confiaba, en un momento de resignación, que no esperaba ya el apoyo de las "Provincias Unidas" (1). Los harapos que llevaban sus hombres serían su uniforme: el Chiripá (2) de los gauchos como pantalones y la "jerga" (3) roja a las bandas negras a manera de abrigo.
Algunos meses más tarde, mientras que se había refugiado en casa de su hermana Magdalena para escaparse a los Españoles y a los pistoleros de los notables del "cabildo" de Salta que se les enfeudaba, una bolazo le hirió en la espalda en el momento de escaparse.
Logro llegar al campo donde lo esperaban sus hombres. Se murió 10 días más tarde, el 17 de junio de 1821 en la Cañada de la Horqueta, rodeado por sus oficiales después de haberles dado sus últimas indicaciones para reanudar la ciudad, su ciudad.

Lo que hicieron bajo los órdenes del Coronel José Antonio Fernández Cornejo el 22 de julio.

En un acto de insumisión general, la ciudad entera, bajo los ojos de los Españoles y traidores había antes rendido homenaje a este hombre de 36 años, compañero de San Martin y de Belgrano que se había luchado desde su infancia para la Independencia y para su patria.

(1) Primer nombre dado a Argentina. El Director Supremo de las Provincias Unido era entonces Juan Martin de Pueyrredon.
(2) Pedazo de tejido pasado entre las piernas, sirviendo de pantalones a los gauchos. Nombre procedente del Quechua (chiri = frío, Pa = contra)
(3) Tela basta en la cual se hacía los ponchos que llevaba el ejército de Güemes. El rojo y el negro se convirtieron en los colores tradicionales de Salta y su provincia.

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